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UN EX ALCALDE No deja de ser paradójico el que la muerte de una persona pueda llegar a abrir entre los individuos de su más cercano entorno, una etapa de evaluación respecto de la conducta o la trayectoria de quien ha dejado de existir, para calificar en su justa medida aquello en lo que más falló o en lo que logró acertar de manera significativa, produciendo también una suerte de efecto negativo o positivo sobre la sociedad. El acto de extinción mismo, al apartarnos materialmente de una determinada persona, hace que nuestras fórmulas o raciocinios para establecer juicios, nos orienten a desplazar aquellas circunstancias o tópicos más inmediatos y superficiales sobre quien fallece, para que podamos observar con mayor interés en el fondo o en los contenidos de quien de manera irremediable ha cesado biológicamente. La noticia del fallecimiento de Hugo Álvarez Sánchez a causa de un infarto, en este octubre de 2021 economista y ex alcalde del joven municipio de Pueblo Bello en el departame...
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  ¿El premio Nobel salvará los muebles? (Tercer artículo de una trilogía originalmente publicada entre agosto, septiembre y octubre de 2016 por el medio digital colombiano m.laorejaroja.com en el marco de los acuerdos de paz y el plebiscito por la paz). Tengamos mirada panorámica y con esa perspectiva, seamos responsables.   Día 02 de octubre, los colombianos perdimos la oportunidad irrepetible de refrendar por medio de un plebiscito los acuerdos de paz entre nuestro gobierno y las FARC. Los del “Sí”, fuimos sometidos por los electores indiferentes (quienes conforman los altos índices de abstención en el país), que por omisión, manifestaron su incapacidad de comprender la importancia de un plebiscito que ponía fin a la guerra, o que en su defecto, al desconocer los acuerdos de paz estaría aceitando las máquinas para iniciar un nuevo capítulo de conflicto en Colombia. Los del “No”, hacen parte de una categoría arribista y reaccionaria dispuesta a sacrificar cualquier cosa c...
  Un soldado, Marquetalia y mucha furia. (Segundo artículo de una trilogía originalmente publicada entre agosto, septiembre y octubre de 2016 por el medio digital colombiano m.laorejaroja.com en el marco de los acuerdos de paz y el plebiscito por la paz). “Maten con ardor, pero no con odio”. Les decía Ernst Jünger a los soldados.  En el marco y desarrollo de las guerras mundiales modernas de los imperios ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­- las potencias eclipsadas, las ansiosas por eclipsar y las que por su naturaleza surgirían -,   aquel individuo con espíritu de acero, legionario extranjero que luchó en África, avezado entomólogo, formado en la universidad bajo un ritmo igualmente trepidante, que sería artífice junto con otras lúcidas y apasionadas mentes, como la de Carl Schmitt - puesto que para crear un imaginario así presumo que se requiere pasión -, de la corriente “Konservative Revolution”, singular movimiento de pensamiento que profesaba un nacionalismo radical, como re...
  EL SONIDO DE LOS ÚLTIMOS TAMBORES (Primer artículo de una trilogía originalmente publicada entre agosto, septiembre y octubre de 2016 por el medio digital colombiano m.laorejaroja.com en el marco de los acuerdos de paz y el plebiscito por la paz). África fue siempre vista como gigante piedra preciosa por la singular ambición de los colonizadores europeos, amplio territorio de ¨salvajes¨ y riquezas invaluables, ha sido durante largo tiempo una pista de carreras para mostrarle a los demás competidores del ´modelo civilizatorio´, cómo se escribe un destino.  Ejércitos colonialistas penetraban con arrogancia en el corazón de las tinieblas, los pueblos sometidos entregaban su energía sin lograr comprender la naturaleza angustiante del racionalismo occidental en su parte más visceral o agresiva. Sin embargo, en la actualidad sabemos de las luchas de resistencia, del indómito espíritu del hombre africano enfrentando el avance del invasor. Repeliendo su formación, su disciplina blan...
Patriarcas del folclor (Un artículo originalmente publicado el 03 de mayo de 2015 por el diario El Pilón de Valledupar Cesar Colombia). Toda corriente o género musical que se precie de ser fundante, a pesar de su propio vigor necesita defensores, damas y caballeros de estirpe, espada y letras, con un bagaje amplio en conocimiento del mundo; la historia de los grandes valores culturales es la historia de los grandes fenómenos sociales y de las élites que marchan coadyuvándolos, provocándolos. La fuerza innata y avasallante de la música vallenata en Colombia ha tenido desde sus mismos orígenes y como respaldo, a un conjunto de benefactores que como personalidades, familias o agremiaciones, lograron conocer o entender a tiempo la riqueza concentrada, en ebullición, de una música arrabalera interpretada por hombres atrevidos y soñadores. Atrevidos porque desafiaron un esquema de vida que sin la presencia de su arte y sus musas jamás habrían ingresado en un salón de alta sociedad; soñador...